El destornillador sónico

…………………Un blog personal multifunción

Los niños nunca mienten… 17 enero 2011

Filed under: opinión,P2P — Toctopulus @ 13:08
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Grande esta tira del genial Bill Watterson. Pese a estar dibujada hace más de una década, gracias al reciente debate respecto a los derechos de autor y la famosa ley Sinde.

tira de Calvin y Hobbes

Dedicatorias:

La viñeta 6: a la industria discográfica.

La viñeta 9: a los «creadores» que no tienen ni idea de qué va el tema.

La viñeta 12 (mi preferida): a la industria cinematográfica española.

 

Manifiesto ‘En Defensa De Los Derechos Fundamentales En Internet’: version cómic 4 diciembre 2009

Filed under: opinión,P2P,tira comica — Toctopulus @ 15:17

Esta es mi versión comiquera de del manifiesto que estos días se ha convertido en lo «on» de internet. Sentiros libres de usarlo como si del manifiesto se tratara, es copizquierdo.

Pulsad en las imágenes para verlas más grandes.

Si estás de acuerdo, publícalo también en tu blog, twittéalo, facebookéalo.

¡¡Un saludo!!

 

Manifiesto ‘En defensa de los derechos fundamentales en Internet’ 2 diciembre 2009

Filed under: P2P — Toctopulus @ 14:57

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este texto se publica multitud de sitios web. Si estás de acuerdo, publícalo también en tu blog, twittéalo, facebookéalo.

 

Cabezabuque o por qué no somos piratas, sino indios 6 septiembre 2009

Filed under: P2P — Toctopulus @ 01:35

Érase una vez, antes de que Cristobal Colón descubriera América, un capitán al que le gustaba ir con su barco de allí para alla. Su nombre: Cabezabuque. Era impresionante verle, su tenacidad hacían de él y su barco la mejor opción para cualquier viajero que quisiera cruzar el mar. Si él se lo proponía, nada podía detenerle: ni marea ni piratas.

El capitán Cabezabuque es todo un piratón

A él en principio lo que le gustaba era paseare por el mar, a sus anchas. Mar para arriba, y luego, mar para abajo. Con ello era feliz.

Un día, cuando llegó al puerto, se encontró con una multitud de gente de semblante triste.

«Queremos ir al oeste» -decían- «Queremos llegar a Japón, a leer manga y tener conexiones de adsl impresionantes»

Al principio a Cabezabuque le pareció que la panda de otakus anacrónicos estaban como una chota, hasta que alguien le sugirió que podía llevarles él y cobrar por ello. Se le encendió entonces la bombillita y se dirigió a aquellas personas y les dijo que les llevaría, pero como no sabía cuanto duraría el viaje, les iria cobrando una moneda al día a cada uno. Como la gente no tenía opción, accedieron. Cuando cabezabuque se dio cuenta de ello, les dijo que serían dos monedas. Aceptaron, por supuesto, como si tuvieran alguna alternativa.

Fue el viaje más feliz para Cabezabuque. Todos los días, les cobraba a cada uno dos monedas, tres si querían la edición coleccionista.

Hasta que sucedió. De repente, el barco se para en seco.

¡Hemos encallado! -grita un vigía.

¿Cómo? ¿Acaso hemos llegado ya a Japón? -dijo Cabezabuque.

Pues va a ser que no, señor. Aquí solo hay selva.

Y efectivamente. Encallados en plena América. Así, sin comerlo ni beberlo. Había bastante diferencia entre lo que pensaba el capitán y lo que pensaban sus clientes. El capitán quería seguir cobrándoles dos monedas diarias porque, al fin y al cabo, seguían de viaje y estaban en su barco. Los tripulantes se quejaban de que no estaban avanzando en el viaje, pero como querían seguir comiendo pues le pagaron pese a no avanzar, menos unos pocos que se apearon y decidieron seguir a pie.

A los pocos días, estos valientes volvieron con un mogollón de indios, que les ofrecieron guiarles en el viaje hacia el Oeste a través de tierra. No les cobrarían nada directamente -al fin y al cabo iban a ir a pie-, en todo caso, ya encontrarían la forma de capitalizar el favor a través de banners o donaciones o inventando el paypal, yo que sé.

Mientras que se alejaban del barco, hacia la selva, el capitán Cabezabuque les increpaba encaramado en la proa, alegando que si continuaban con el viaje deberían seguir pagándole las dos monedas diarías o detenerse, que si no, eran unos piratas.

Y uno de ellos se volvió y le dijo:

Que no hombre, que somos indios.

 

La burra, la ministra y otras cosas de meter 22 abril 2009

Filed under: P2P — Toctopulus @ 11:55

No iba a ser yo menos que los demás, no señor, que cuando me reafirmo en que no tengo personalidad no es baladí.

Pero el caso es que la inspiración para hablar sobre un tema que, reconozcámoslo, me enciende, ha sido el artículo que ha publicado el siempre interesante Hernán Casciari en su blog.

El tema, por si alguno no está muy puesto es el siguiente: Desde hace unos años es posible descargarse al ordenador de uno canciones, series, películas y otros materiales «culturales» protegidos por derechos de autor. Para más inri, esa descarga era legal, ya que lo que estamos haciendo era copiar del ordenador de alguien la «copia de seguridad» que esa persona tenía del material original. Entrecomillo porque esa copia original, si la hubiera, sólo era la de uno que en su momento se encargó de saltarse la protección anticopia y copiar el contenido a su ordenador. Por tanto, lo que todos nos bajamos (mea culpa) es una copia de una copia de una copia de seguridad. Si alguien te pregunta, compraste el cd y lo perdiste.

Eso se lleva haciendo desde que se inventó el radiocassete con doble pletina, a nivel popular al menos, pero ahora la salvedad es que la copia es completamente idéntica al original, por lo que entre la primera generación y la última no hay diferencia. Ni diferencia, ni límites.

Este hecho ha producido pérdidas en el mercado tradicional y ha generado otros nuevos. Desde el barriobajero «top manta» a la proliferacíón de servicios de hospedaje de archivos y páginas de referencias para poder bajarte las mejores versiones para evitar falsos enlaces pasando por los operadores de adsl.

Por un lado están los consumidores, por otro las empresas que prestan el adsl, por otros las empresas explotadoras y por último, los creadores, respresentados por las empresas de gestión. Y aquí llega la ministra.

Esta buena señora debía pertenecer a alguna facción, y por nacimiento (es guionista y productora) pertenece al bando de los artístas y explotadores del antiguo sistema. Habrá que darle tiempo si es ministra de todos, como debería ser. Yo por el momento, prefiero juzgar sus acciones que sus intenciones, que tampoco las tengo claras, ya que como política que al fin y al cabo es, su discurso es tan vago que no sé si me está condenando a muerte o preguntando la hora. Tiempo al tiempo.

la maquina de los huevos kinder

Pero el problema de las descargas no ha aparecido con la ministra. Si acaso, lo habrá puesto sobre la palestra, habrá llamado la atención sobre un problema que lleva gestándose años y que ahora ha eclosionado. Para poder hablar de ello habrá que delimitarlo en una frase: el problema consiste en la muerte de un modelo de explotación a raiz de un avance tecnológico. Y esto, lector, no es ni mucho menos nuevo. La tecnología lleva modificando la forma de hacer negocios desde que se inventó la sociedad. De la misma forma que el mercado de los carruajes a caballo murió por la aparición del automóvil, de la misma forma que la exportación de hielo murió por la aparición de las neveras, de la misma forma que el intercambio digital de archivos será algún dia reemplazado por otra tecnología superior. Eso vendrá a significar no una muerte en el sentido de fin, sino en el sentido de cambio. Habrá que cambiar el modelo de negocio que explotaba ese filón.

Antes de continuar me gustaría señalar lo que creo que es la causa de que se estén dando tiros de ciego en el punto de la explotación. En general, los compradores no somos conscientes de lo que adquirimos y adquirimos mal. Yo lo llamo» el teorema del huevo kinder». Cuando somos pequeños y le pedimos a nuestra madre un huevo kinder, nuestra madre se plantea «¿le compro la chocolatina al niño?¿Está comiendo mucho chocolate?» Y yo pregunto: ¿que ha comprado realmente? ¿Un juguete envuelto en chocolatina o una chocolatina con un juguete? Me consta que Nestlé saca su beneficio de vender una chocolatina ridícula a 1 euro, lo que supone un margen bestial para ese tipo de producto ¿cómo lo hace? Dándole un valor añadido. Seamos sinceros, el niño quiere el huevo por el juguete, si lo hiciera por el chocolate hay otros productos con mas cantidad y más sabrosos en el mercado, la madre piensa que compra una chocolatina.

Esta disonancia cognitiva entre consumidor y comprador de huevo kinder nos lleva pasando años en el mercado de lo audiovisual. La prueba es que hemos tenido el reclamo gratis a través de la radio y la televisión donde se podían ver películas y escuchar música así que ¿qué compramos cuando compramos un cd o una cinta de video? En efecto, nosotros pensábamos que compramos el contenido, el juguete, pero realmente nos estaban vendiendo el continente, la chocolatina, el soporte físico.

El sistema de explotación funcionaba. El soporte costaba poco, pero como nadie más podía fabricar cd’s ni cintas, se vendian como churros añadiéndoles contenido para que la gente lo deseara, obteniendo un gran margen de beneficio. El artista contento, el de la discográfica contento, el consumidor no tenía más remedio que estarlo. Todos felices.

Pero entonces la tecnología avanzó. La gente aprendió a hacer chocolates con juguete dentro en casa, en sus hornos caseros. Es cierto no podían imitar el papel dorado del envoltorio, ¿pero a quién le importa? Tengo el chocolate, tengo el juguete, ¡no quiero papel dorado! Vale, el chocolate no está igual de rico, pero es que lo quiero sobretodo es el juguete (mamá, nunca me comprendiste), y este sí que es igual. Y si además cuesta una miseria y puedo hacer no uno, sino 100 huevos kinder, pues apaga y vamonos.

Y ante esta situación, la empresa que inventó los huevos kinder puede llorar, quejarse, puede hacer lo que quiera, pero ha de asumir que ya no va a poder vender otra vez a euro su chocolatina, porque el reclamo lo ha perdido, de la misma forma que ya no puede esperar que uno compre un cd con 14 canciones sólo porque la portada esté bien impresa, ya que una vez dentro del reproductor de mi coche, suenan igual, y mi cd pirata tiene otras veinte carpetas con otros 14 canciones por carpeta. Y eso significa que mi chocolate ha superado al original.

Y dice Casciari, que si el precio del contenido digital descargable fuera más asequible, unos 74 céntimos por capítulo de serie dice él, él compraría para que el autor percibiera. Yo comparto su ilusión, porque siempre fui un iluso, igual que espero que los dragones existan y espero que Papá Noel algún día me traiga lo que le pedí. Pero no espero sentado. Lo de que el artista cobre lo que se merece, no lo creo, pero tampoco es el tema. Respecto a lo de acabar con las descargas, tampoco. Si ello fuera así, itunes habría acabado con el pirateo musical (tienen canciones a 0’99) o todos nos habríamos suscrito a Spotify por principios y abandonado el emule, pero va a ser que no.

El modelo de explotación de los soportes usando el contenido cultural como reclamo ha muerto. Cuanto antes se entierre mejor, si no, olerá. Que se encuentra una alternativa, mejor. Si no, a cultivar patatas. ¿Desaparecerá el artista con la industria? No creo, porque no apareció con ella ¿Se acabará el chollo para algunos? Es ley de vida.

No me enrollo más. Hasta otra.